Dormitorios

Descripción:
El armario se compone de cinco cuerpos que a la vez son cinco puertas de las cuales cuatro corresponden al armario, y la quinta, de la derecha, corresponde a un vestidor que queda incorporado a este.

Este armario se desarrolla, al igual que el cabecero, por medio de pilastras, con zócalo, y gran frontón. Tres de las puertas tienen gran rosetón tallado que, a la vez, queda enmarcado dentro de un romboide. El resto de la puerta es de raíz de Caoba.

En las otras dos puertas este rosetón se convierte en un gran jarrón con flores hecho con marquetería en madera de limoncillo y madera de frutales. Este centro queda enmarcado dentro del romboide, de tallas.

El frontón superior es espectacular, está tallado, lacado y con aplicaciones en madera con pan de oro. El centro se desarrolla por medio de un jarrón lleno de flores talladas en madera y con pan de oro, el cual se desborda y las flores caen en forma de guirnaldas, hasta juntarse a la cornisa.

El resto, las pilastras y todo el desarrollo de este, es igual a los del cabecero.
Los fondos de todo el armario son en madera de caoba rubia y cerezo.

Medidas: Armario, 290cm Alto x 450cm Ancho

Material: Madera de Caoba y madera lacada con toques de pan de oro.

Tema: Cabecero de dos camas y Armario

Escuela: Neoclásica, Española

Epoca: Último tercio del siglo XIX

Estado: Perfecto

Notas:
Armario. 290cm Alto x 450cm Ancho.
Cabecero. 265cm Alto x 480cm Ancho.

Historia del mueble Neoclásico, por Luisa Muñoz.

Los muebles neoclásicos y muy concretamente los muebles que en la segunda mitad del siglo XIX se hicieron con este estilo.

Estos muebles se fabricaron para cada uno de los usos dentro de la infinita variación de la mueblería española. Ya fueran Alcobas, Comedores, Despachos, Escritorios, Sillerías y todo tipo de muebles auxiliares.

Estos se fabricaban con las maderas más nobles que había en el mercado de las maderas, sobretodo sobresalía de entre todas. La madera de caoba, esta la utilizaban lisa, de palma, plumeada, de raíz y la que tenía nudos.

Estos muebles en su gran mayoría por dentro las cajonerías, los fondos, los entrepaños y los escritorios. En general se combinaban con limoncillo o Jacaranda, desde luego siempre lo hacían con las maderas más nobles.
El mueble neoclásico es muy apreciado dentro del mercado del arte puesto que es un mueble que encaja dentro de cualquier tipo de decoración.

Hay que recordar que en la segunda mitad del siglo XIX empezó a florecer en España, una clase media realmente muy pudiente. Que hacían un uso muy importante de los decoradores y del diseño.Decorando sus casas de forma muy confortable y con gran sentido del gusto por la estética y la confortabilidad sin importarles el coste final.
Estas casas generalmente las encargaban y planificaban para hacerlas de forma integral tal como se hacía con las casas modernistas. Por lo tanto desde el primer momento se contrataba el arquitecto el decorador el mueblista el vidriero el pintor o el empapelador. Pasando por el diseñador de alfombras, tapices y artes decorativas, repito tal como se hizo con las casas del modernismo.

Con la diferencia de que en este caso eran decoradas con piezas neoclásicas desde los muebles a los objetos de artes decorativas, las telas, las barandillas de las escaleras, o las rejas de las ventanas, entre otros.

También por aquellas fechas fue cuando más auge tuvieron los gremios de artesanos, los decoradores, diseñadores, mueblistas, cristaleros, herreros, broncistas y otros muchos.
Esto hizo que se hicieran muebles con mil variaciones diferentes, desde los clásicos comedores, pasando por alcobas, mesas de juego, costureros, o muebles escritorios realmente espectaculares.

En esta segunda mitad del sigo XIX se recuerda más el estilo modernista, que al estilo neoclásico, en cierto modo es natural. Puesto que el modernismo fue un estilo rompedor dentro del arte y el neoclásico fue lo más parecido al estilo ecléctico.

Con la diferencia que el mueble neoclásico en vez de unir estilos diferentes, fue recogiendo diseños clásicos de tiempos pasados.
Lo que está claro es que comprar un mueble del siglo XIX de estilo neoclásico, es sinónimo de belleza y calidad.

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