Mesa de comedor

Descripción:
Mesa de comedor en madera de caoba, la encimera tiene el centro totalmente plumeado y la parte exterior tiene una greca de madera de caoba lisa, tiene cuatro patas y estas son con estrías, en la parte superior tienen bonito rosetón en madera tallada. Esta mesa no se abre, es para seis comensales.

Medidas: Medidas: 77cm Alto x 124cm de diámetro.

Material: Madera de Caoba.

Tema: Mesa de comedor.

Escuela: neoclásica,

Epoca: Siglo XIX.

Estado: Perfecto

Notas:
Historia del mueble Neoclásico, por Luisa Muñoz.

Los muebles neoclásicos y muy concretamente de los muebles que en la segunda mitad del siglo XIX se hicieron con este estilo.
Estos muebles se fabricaron para cada uno de los usos dentro de la infinita variación de la mueblería española.
Ya fueran Alcobas, Comedores, Despachos, Escritorios, Sillerías y todo tipo de muebles auxiliares.
Estos muebles, se fabricaban con las maderas más nobles que había en el mercado de las maderas, sobretodo sobresalía de entre todas.
La madera de caoba, esta la utilizaban lisa, de palma, plumeada, de raíz Y la que tenía nudos.
Estos muebles en su gran mayoría, por dentro las cajonerías, los fondos, los entrepaños y los escritorios.
En general se combinaban con limoncillo o Jacaranda, desde luego siempre lo hacían con las maderas más nobles.
El mueble neoclásico es muy apreciado dentro del mercado del arte puesto que es un mueble que encaja dentro de cualquier tipo de decoración.
Hay que recordar que en la segunda mitad del siglo XIX empezó a florecer en España, una clase media realmente muy pudiente.
Que hacían un uso muy importante de los decoradores y del diseño.
Decorando sus casas de forma muy confortable y con gran sentido del gusto por la estética y la confortabilidad sin importarles el coste final.
Estas casas generalmente las encargaban y planificaban para hacerlas de forma integral tal como se hacía con las casas modernistas,
Por lo tanto desde el primer momento se contrataba el arquitecto el decorador el mueblista el vidriero el pintor o el empapelador.
Pasando por las alfombras, tapices y artes decorativas, repito tal como se hizo con las casas del modernismo.
Con la diferencia de que en este caso eran decoradas con piezas neoclásicas, desde los muebles, a los objetos de artes decorativas, las telas, pasando por las barandillas de las escaleras, o las rejas de las ventanas, entre otros.
También por aquellas fechas fue cuando más auge tuvieron los gremios de artesanos, los decoradores, diseñadores, mueblistas, cristaleros, herreros y broncistas entre otros.
Esto hizo que se hicieran muebles con mil variaciones diferentes, desde los clásicos comedores, pasando por alcobas, mesas de juego, costureros, o muebles escritorios realmente espectaculares.
En esta segunda mitad del sigo XIX se recuerda más el estilo modernista, que al estilo neoclásico, en cierto modo es natural.
Puesto que el modernismo fue un estilo rompedor dentro del arte y el neoclásico fue lo más parecido al estilo ecléctico.
Con la diferencia que el mueble neoclásico en vez de unir estilos diferentes, fue recogiendo, diseños clásicos de tiempos pasados.
Lo que está claro es que comprar un mueble del siglo XIX de estilo neoclásico, es sinónimo de belleza y calidad.

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