Bronces y otros

Descripción:
Mortero Gótico.

Medidas: 7,9cm Alto x 11,5 Diámetro.

Material: Bronce oscuro

Tema: Mortero

Escuela: Española.

Epoca: 1º. Tercio del S. XVI.

Estado: Perfecto

Notas:
LOS ORÍGENES DEL MORTERO O ALMIREZ

Durante el periodo Paleolítico, el hombre aprendió a moler, usando dos piezas (piedras en forma de platillo), machacando frutos y semillas para su alimento y ha moler tierras de colores para pintar.

Ello explica por qué se suele fijar el comienzo del Neolítico y la aparición de la agricultura en el año 5.000 a.C.,
Pese a que ya 20 siglos antes un pueblo agrícola vivía en forma sedentaria en las cavernas del Monte Carmelo, en Wadi- Palestina.

Dos milenios antes los habitantes de las cavernas de Natuf, usaban hoces de sílice pulida con mango de hueso, habían domesticado al perro y utilizaban recipientes y morteros de piedra.

Aquel primitivo ser usó dos piezas para machacar sus frutos o semillas.

Y así ha continuado hasta nuestros días; un vaso o recipiente llamado mortero, cuya forma básica es la de un recipiente cóncavo copular y un machacador para golpear o triturar.

Esta ultima pieza, el machacador, tiene variados nombres; mano de mortero, majadero, pistilo o pistadero y machacadera.

Su forma exterior, con el paso de los años, ha ido sufriendo gran variedad de cambios que delatan de una manera aproximada la época en que fue diseñado y el lugar o país en que fue construido.

El mortero adquirió su actual forma y características en las grandes culturas. Egipto, China, Grecia, Roma y el Islam, entre otras.
Por sus formas se puede establecer su origen.

El mortero con forma de copa es característico de China, Grecia y Roma. Este estilo perduró hasta finales de la edad media.

En Italia, ligeramente modificado se empleaba en el año 1500.

Si tiene forma cónica truncada es que viene de Egipto y también se encuentra en la cultura posthallstática ibérica.

En la civilización islámica los hacían con las paredes verticales con formas octogonales y también cilíndricas.

Esta singular pieza ayudó al ser humano en muchísimas tareas y quizás fue la pieza de arranque para que se inventase la piedra del molino.

En el antiguo Egipto el mortero se empleaba principalmente para moler grano. Para ello, empleaban una larga machacadera, ponían el grano en un mortero de piedra y, dos o tres hombres, lo trituraban.

Seguidamente los cernedores separaban con un cedazo las partes gruesas no trituradas y el resto era molido para obtener la harina con la que hacían el pan y la repostería.

Los primeros morteros que se encontraron en Alemania eran cónicos truncados, altos y sin apenas decoración.

Posteriormente adoptaron unas formas bastante cilíndricas y ornamentadas con dibujos de animales o florales.

Investigando sobre el siglo XIV, por tierras británicas, podemos comprobar que al contrario de otros países europeos son muy pocos los morteros que podemos encontrar. Estos eran de forma baja y su ornamentación estaba cincelada con motivos ornamentales y leyendas.

En Francia los morteros del siglo XV eran de forma baja, cilíndricos y con figuras a modo de salientes.

En el siglo XVI y XVII, ya tomaron forma troncocónica con las paredes decoradas en relieve.
Ni que decir tiene que el mortero sirvió para que infinidad de artesanos demostraran su talento y sus dotes creativas, haciendo verdaderas obras de arte en las decoraciones del mortero.

Destacando los morteros metálicos de los árabes (almihrey) de los que se conservan valiosas colecciones.
En España hemos de destacar los morteros de cerámica que se fabricaban en Teruel, toscamente decorados con motivos ornamentales.

Son pocos los hogares en los que no se encuentre un utensilio cuyo origen se remonta a los tiempos más primitivos.
Aunque se emplea mucho en la industria química y farmacéutica, su mayor difusión está en el uso doméstico y es un fiel servidor en el arte culinario.

Existen en una gran diversidad de materiales de piedra, metal, porcelana, vidrio, hierro y madera entre otros.
Un utensilio que también tiene una gran variedad de funciones, como machacar en él las especias, semillas, drogas, etc.


Como dato orientativo, para aquellos que tengáis en vuestro hogar algún mortero heredado de vuestros antepasados o adquirido en alguna tienda de antigüedades, puedes, por sus formas establecer su origen.

El mortero empezó su decadencia, artísticamente hablando, en el siglo XVIII y XIX. Ya, en el siguiente, quedó definitivamente marginado, pues en este industrioso siglo XX arrinconamos todo lo que es artesanal.

Prefiriendo utensilios que movidos por la corriente eléctrica, en un santiamén nos resuelven la papeleta.

Nuestra nueva dinámica de vida, y el poco tiempo libre del que disponemos, están aniquilando el mortero, quedando éste como objeto decorativo sobre Algún mueble de nuestra casa.

Con ello, perdemos el placer y la satisfacción de saborear las buenas salsas que en él se pueden elaborar.

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